Cómo planear una cena romántica para este Día del Amor
Introducción
Una cena romántica siempre es una experiencia total: estimula todos los sentidos y concentra todo lo positivo en las dos personas que comparten la mesa. Independientemente de si es el hombre, la mujer, o los dos quienes la organizen, la importancia está en los detalles. Sobre todo impera la intención de pasar tiempo juntos en un ambiente personal para crear una aventura romántica.
Introducción
Una cena romántica siempre es una experiencia total: estimula todos los sentidos y concentra todo lo positivo en las dos personas que comparten la mesa. Independientemente de si es el hombre, la mujer, o los dos quienes la organizen, la importancia está en los detalles. Sobre todo impera la intención de pasar tiempo juntos en un ambiente personal para crear una aventura romántica.
Crea el ambiente
Un ambiente romántico no siempre es aquel que tiene velas, pétalos de rosa y luz tenue. Es importante que tomes en cuenta los gustos de tu pareja para adecuar la sala a sus preferencias. La tiniebla que la velas crean pueden fastidiar a tu pareja, o pueden ayudar a crear el ambiente ideal --es simplemente cuestión de gustos. Las decoraciones sobrias, cálidas y con detalles crean un ambiente agradable.
Prepara el plato principal
Aunque la idea de un salmón, filete de res o un magret de pato con salsa de ciruela siempre es tentadora, no pierdas de vista que una cena romántica es para estar juntos, y si la coccion del plato fuerte te mantendrá mucho tiempo en la cocina y te dejará oliendo a grasa de pato, no es una buena opción. Algo frío como una quiche, carne a la vinagreta o un couscous son opciones cómodas, fáciles de preparar y no te mantendrán con un ojo en el horno y otro en la mesa.
Endulza con un postreAunque la idea de un salmón, filete de res o un magret de pato con salsa de ciruela siempre es tentadora, no pierdas de vista que una cena romántica es para estar juntos, y si la coccion del plato fuerte te mantendrá mucho tiempo en la cocina y te dejará oliendo a grasa de pato, no es una buena opción. Algo frío como una quiche, carne a la vinagreta o un couscous son opciones cómodas, fáciles de preparar y no te mantendrán con un ojo en el horno y otro en la mesa.
Este podría ser el momento de llevar la cena a una instancia más compleja, pero cuidado con la repostería --es alquimia pura y la ejecución puede meterte en problemas. Una opción es comprar un pastel o una tarta muy especial en algún local dedicado a la repostrería. Lo ideal sería hacerlo con tus propias manos, pero debido al grado de difcultad que presentan algunos postres, tal vez dejar a los expertos lograr la tarta perfecta sea la mejor opción.
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